Cuida el interior de tu negocio como cuidarías el de tu hogar.
Das el primer paso. Miras. Por supuesto. Un vistazo hacia los laterales. “Un diseño básico”, puedes pensar. No importa que vayas a comprar un simple bolígrafo o vayas a cambiar de coche, si el comercio no es atractivo en su interior, vas a olvidarlo. En cambio, si te hace abrir los ojos y observar cada detalle, entonces, es que sí que merece la pena. Y si expresa lo que tu empresa es, la merece más aún.
El mobiliario de tu comercio es la primera imagen que tienen de ti los/as clientes/as. Y quizá la única. Por ello lo esencial es idearla, pulirla y cuidarla durante todos los años que este esté vigente. Hacerlo marcará la diferencia en tu sector y te permitirá demostrar que tu profesionalidad va más allá de tus habilidades en el trabajo, sino que te preocupas por los detalles.
Para cuando todo esté terminado, entrarán, darán los primeros pasos, y, por supuesto, echarán un vistazo a los laterales. “Menudo diseño…”, pensarán.